¡Bienvenidos a mis fogones un día más! os traigo la receta delbiscotti o faqqas marroquí. La receta es muy fácil, dividida en dos cocciones y el resultado nos transporta directamente a Marruecos. Lo mejor de estos faqqas es que duran muchísimo tiempo, así que podéis empezar a prepararlos antes de una fiesta o una junta familiar y guardarlos en un recipiente hermético para que no cojan humedad.
Ingredientes:
- – 250 gramos de azúcar glas
- – 100 gramos de mantequilla
- – 5 huevos pequeños
- – Un poco de goma arábiga molida (opcional)
- – 2 cucharadas grandes de agua de azahar
- – Una pizca de sal
- –10 gramos de levadura química (tipo Royal)
- – 500 gramos de harina
- – 50 gramos de pasas
- – 150 gramos de almendras naturales con piel
- – 2 cucharadas de sésamo
- – 2 cucharda de anís en grano
Preparación:
1- En un recipiente mezclamos el azúcar glas con la mantequilla y lo trabajamos bien con la mano. Añadimos los cuatro huevos y seguimos trabajando hasta obtener una mezcla homogénea.
2- Añadimos a nuestra mezcla la goma arábiga molida, el agua de azahar, la sal y la levadura. Después, vamos incorporando la harina necesaria poco a poco, hasta obtener una masa firme y blandita.
3- Ahora vamos a incorporar el relleno. Trabajamos la masa y le añadimos las almendras enteras, el sésamo, las pasas y el anís. Intentamos que todo quede bien integrado, como en la foto.
4- Dividimos la masa en cuatro trozos iguales, y hacemos cuatro panecillos. El tamaño dependerá del gusto de cada uno, pero recordad que el diámetro de vuestro faqqas final dependerá del grosor que le deis a los panecillos. Los metemos en el horno a 180 grados hasta que se doren, 25 minutos más o menos, dependiendo del horno. Esta será la primera cocción.
5- Cuando estén dorados los sacamos, los cubrimos con un paño húmedo y los dejamos reposar hasta que se enfríen completamente. Un truco es envolverlos en el paño y dejarlos toda la noche en el frigorífico.
6- A la mañana siguiente cogemos un cuchillo que corte muy bien y vamos cortando los panecillos en rodajitas más o menos finas. Esta etapa es la más delicada así que hacedlo con paciencia y cuidado. Luego, ponemos esas rodajas en una fuente forrada con papel vegetal y le damos la segunda cocción a nuestros faqqas hasta que estén dorados y desprendan un fantástico aroma. No tenemos que pasarlos de cocción, así que estad vigilantes a vuestros hornos.
Ahora los dejamos que se enfríen y ya están listos para servir o para guardar en un recipiente hermético. Espero que os gusten.
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